Dedos que buscan felicidad y están para dar placer,
Recorriendo tramo a tramo tu tersa geografía,
Noches y días, todos los días, en espera del humedecer,
Del amor que no es melancolía, en ti se hace hagiografìa.
Virginal al brevar tu olorosa miel primera
Tu piel me arrebata fulgurantes pasiones;
Tu pubis por otro acariciado, pero sin orgasmo de gloria entera,
Es oda elevada al cielo plena en miles de irreverentes oraciones.
Dedos, tuyos, que rozan las delicias del edén humedecido,
Sumergidos en amargos flujos piroclásticos y agridulces sabores,
Que seducen e invitan a penetrarte con mi animal entumecido,
Aunque prefiero mis propios dedos para derramar más licores.
Tu clítoris, manjar de tu carne vulnerable, es la dicha eterna
Aquí en la tierra como en el cielo, como un sacrilegio,
Una blasfemia, una herejía obsesivamente enferma,
Un te quiero con alevosía y de mi amor un privilegio.
Recorriendo tramo a tramo tu tersa geografía,
Noches y días, todos los días, en espera del humedecer,
Del amor que no es melancolía, en ti se hace hagiografìa.
Virginal al brevar tu olorosa miel primera
Tu piel me arrebata fulgurantes pasiones;
Tu pubis por otro acariciado, pero sin orgasmo de gloria entera,
Es oda elevada al cielo plena en miles de irreverentes oraciones.
Dedos, tuyos, que rozan las delicias del edén humedecido,
Sumergidos en amargos flujos piroclásticos y agridulces sabores,
Que seducen e invitan a penetrarte con mi animal entumecido,
Aunque prefiero mis propios dedos para derramar más licores.
Tu clítoris, manjar de tu carne vulnerable, es la dicha eterna
Aquí en la tierra como en el cielo, como un sacrilegio,
Una blasfemia, una herejía obsesivamente enferma,
Un te quiero con alevosía y de mi amor un privilegio.
Para liflo4
George Erawi (Mr. Blue)
No hay comentarios:
Publicar un comentario