Me encanta que no sepas nada, que poco te interese, que sea tan amplio tu horizonte y sea yo el que lo llena. Pasar la lista es una oportunidad de gritar con sigilo tu nombre, es cruzar la mirada en complicidad que los demás suponen, pero que no conocen de fondo.
Me encantan las locuras frescas de tu risa, del ansia con que consumes dulces y tu cuerpo parece ignorarlo. Eres la gran paradoja con tus cuadernos con figuritas infantiles, y sin embargo eres una ninfa que exquisita ha venido a darle luz a mi existencia, que devora mis besos, que acepta mis caricias, que vibra en lo que hasta hace poco era piel virgen. Soy pizarrón y tu tiza de colores, lo iluminas todo, remarcas, rompes esquemas y me dejas en cada lance con el aroma de tu mano sobre mi sombra.
Eres pretendida, acosada, por esa tropa de niños que creen saber del amor; y juegas con ellos, haces promesas, les muestras detalles de sensualidad que lejos de preocuparme me divierten, me ilusionan, pues ese encanto lo conozco, porque esos besos de sabor grosella los he paladeado, porque tu aliento de de cereza endulza mis ratos libres y nuestros momentos de soledad negada en las aulas.
Y qué se puede comparar cuando hemos enfrentado y cuestionado al extraño mundo de una cafetería, donde las damas nos ven con desdén, con molestia con hipócritas valores, y de los hombres, de quienes huelo su envidia y su curiosidad, tod barnizado de admiración. Eres mi inspiración a la locura, a lo que no debería ser, aunque nadie haya dicho de dónde viene la regla. Eres mi Lolita, eres fuego, eres niña, eres mujer, eres el sonido de la campana en medio de la nada, eres la insolencia cubierta de miedo y respeto, eres tú.
No tiene caso pensar si fue tu encanto que me cautivo y lo que tú ves en mí, sólo es el tiempo que ha pasado, es un aprendizaje donde tú has aprendido a no ser tan nila,y yo a dejar de ser tan adulto.
Compartimos eso que se aprende por primera vez, eso que nadie más conocerá. Nos hemos gozado, nos hemos liberado, nos hemos frenado, hemos estado en medio de todos, hemos estado apartados de todos; nos conocemos, y jugamos a desconocernos a cada día, para así poder disfrutar todo desde el principio.
Me encantan las locuras frescas de tu risa, del ansia con que consumes dulces y tu cuerpo parece ignorarlo. Eres la gran paradoja con tus cuadernos con figuritas infantiles, y sin embargo eres una ninfa que exquisita ha venido a darle luz a mi existencia, que devora mis besos, que acepta mis caricias, que vibra en lo que hasta hace poco era piel virgen. Soy pizarrón y tu tiza de colores, lo iluminas todo, remarcas, rompes esquemas y me dejas en cada lance con el aroma de tu mano sobre mi sombra.
Eres pretendida, acosada, por esa tropa de niños que creen saber del amor; y juegas con ellos, haces promesas, les muestras detalles de sensualidad que lejos de preocuparme me divierten, me ilusionan, pues ese encanto lo conozco, porque esos besos de sabor grosella los he paladeado, porque tu aliento de de cereza endulza mis ratos libres y nuestros momentos de soledad negada en las aulas.
Y qué se puede comparar cuando hemos enfrentado y cuestionado al extraño mundo de una cafetería, donde las damas nos ven con desdén, con molestia con hipócritas valores, y de los hombres, de quienes huelo su envidia y su curiosidad, tod barnizado de admiración. Eres mi inspiración a la locura, a lo que no debería ser, aunque nadie haya dicho de dónde viene la regla. Eres mi Lolita, eres fuego, eres niña, eres mujer, eres el sonido de la campana en medio de la nada, eres la insolencia cubierta de miedo y respeto, eres tú.
No tiene caso pensar si fue tu encanto que me cautivo y lo que tú ves en mí, sólo es el tiempo que ha pasado, es un aprendizaje donde tú has aprendido a no ser tan nila,y yo a dejar de ser tan adulto.
Compartimos eso que se aprende por primera vez, eso que nadie más conocerá. Nos hemos gozado, nos hemos liberado, nos hemos frenado, hemos estado en medio de todos, hemos estado apartados de todos; nos conocemos, y jugamos a desconocernos a cada día, para así poder disfrutar todo desde el principio.
6 comentarios:
Hola!
Hay cosas que sólo las vivimos con una persona!
Muy bueno tu post!
Saludos,
Xenia
Cierto, podemos tener valores muy sólidos, visiones de la vida muy precisas, pero todo eso no sirve de nada si no se compara con un momento(s) de locura, la locura nos hará libres. Gracias por tu comentario
Orale quedo padre, va con dedicatoria????????? jajaja, que bueno que marcas que los momentos de la vida maravillosos pueden volver a repetirse, todo depende de ti mismo y de sentir verdadero amor, y hacer eso ¡es tan difícil!, nos hemos encargado de comercializar el amor con apariencias engañosas, vanales, el verdadero ¿llegará o hay que buscarlo?
SALVATORE!!! CIAO
BUONA DOMENICA E BUON IZIO DI SETTIMANA
NON TI SCORDA' DI ME!!!
FELICE ABBRACCIO .....LINA
Bueno a mí me parece que la locura es lo único que nos mantiene cuerdos, por paradójico que esto suene.
Es verdad que la locura (leáse calentura) es una de las formas liberdoras más intensas de cuantas hay. Mas, también es una de las más peligrosas. Mal llevada una calentura puede uno terminar sin dignidad, tirado en una esquina peor que un borracho, pues éste como sea tiene el consuelo del alcohol, ¿pero el despechado o despachado de amor visceral, qué obtiene?
Muchos dirán: ¿pero lo bailado quién me lo quita? Habrá que ver cómo fue que se dio ese baile y en qué condiciones.
Definitivamente me siento más virgen despues de leer este post!
Parece que a todos nos pasa! Lo llamen, aventura,calentura,irresponsabilidad, peligro , es necesario vivirlo,llena una parte de nuestras vidas.
Un saludo.. Volveré a visitarte
Publicar un comentario